El rincón de un alma azul

Adiós a los amigos que amé, adiós a la familia que quise, hasta nunca expectativa y esperanzas que crueles me dejaron cuando más los necesité.  Buenas noches sueños míos, buenos días tristeza que en mi sobra se ha convertido. Adiós escaso cariño propio y adiós confianza que no tuve.  Hasta pronto lágrimas que caen y hasta nunca jamás risas verdaderas que acompañaban mi ilusión.  Adiós, mí misma. Adiós a todo lo que fuí. 

Siento que las paredes de esta casa reprimen mis gritos,  que tu autoridad siempre presente reprime mi llanto,  como si tuviera que ser feliz todo el tiempo,  como si solo se me permitiera expresarme en mi cabeza,  si es así como llevo viviendo 18 años,  ¿es por eso que tan horrible me siento?