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Mostrando las entradas de septiembre, 2019

La música de mis días tristes

Cuando la soledad se empeña en parecer un monstruo escalofriante en mi vida, lo único que me permite dejarla atrás es llorar, cantar o escribir. Muchas veces la música forma parte de mi vida; desde que me levanto y tomo el camión a la Universidad hasta en mis momentos de conflicto interno. Y como cualquier otra persona, estar triste me hace buscar cosas tristes, así que mientras lloro silenciosamente, las canciones melancólicas de pérdida, desamor y desgracia me hacen compañía, e irónicamente me curan el alma, porque me permiten dejar salir todo lo que estoy cargando. Así que hoy les comparto mis canciones favoritas para mis días tristes: Already Gone de Sleeping at Last Ya te perdone de Ventino Older de Sasha Solan Midnight Train de Sam Smith Human de Christina Perri Sweet Memory de Maco Fuyu no Hanashi del anime Given (está es la más reciente, y realmente te destroza el alma) Two of us de Louis Tomlinson Save myself de Ed Sheeran Oceans de Seafret You don'...

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Sigo dando pasos en dirección al vacío. No sé dónde estoy y tampoco a donde quiero ir. Me falta ambición, pasión y voluntad. Soy un alma que vaga en busca de algo, algo que ni siquiera puede identificar. Entre rincones navegando por mis propios intereses me dirijo sin rumbo a todos lados   con falta de un destino particular. La vida se me va tan rápido de las manos que me estremece todo el cuerpo. Mi edad podría ser la mitad de mi vida, y estoy en un punto en el que alcanzar el día siguiente es extraordinario. Estoy siguiendo un camino que no cree para mí misma, lo sigo porque creo que puedo hacerlo, luego me arrepiento, lloró y quiero dejarlo. No soy nada de esto, pero aquí estoy intentando. Porque es lo que me hubiera gustado ser. Me hubiera gustado ser muchas cosas, pero soy un poco de todo y falta de mucho. Quiero encontrar un camino; deseo tener una meta y amaría apasionarme de la vida. Pero tengo miedo, de todo lo que no soy; de la competencia abismal ...

La chica que veo en mis sueños

Algún tiempo atrás soñé por primera vez con una chica, a la que no puedo verle el rostro con claridad, que lloraba y sollozaba. Al día de hoy, su presencia en mis noches es constante.  No sé quién es, y en un principio poco me importaba, pero ahora cada aparición suya en mis sueños en una joya que guardo, porque a pesar de que ella siempre está triste, algo en la experiencia de tenerla es adictivo.   Jamás puedo verla directamente a los ojos, y aunque lo haga, al despertar siento confusión porque he olvidado como lucen. Su voz es un eco glorioso, tenue y ronca que me cuenta sus penas y con ello me arranca el corazón; aunque pocas veces suelo recordar cuales son estas. Su toque, ese puedo sentirlo perfectamente si cierro los ojos; sus dedos delgados rozan mi rostro y sus uñas de vez en cuando me dejan una marca; se siente como una quemadura, pero no de esas que te haces por tocar algo caliente, sino de aquellas que se crean del contacto con el hielo. Su llanto es lo que...