La chica que veo en mis sueños
Algún tiempo atrás soñé por primera vez con una chica, a la que no puedo verle el rostro con claridad, que lloraba y sollozaba. Al día de hoy, su presencia en mis noches es constante.
No sé quién es, y en un principio poco me importaba, pero ahora cada aparición suya en mis sueños en una joya que guardo, porque a pesar de que ella siempre está triste, algo en la experiencia de tenerla es adictivo.
Jamás puedo verla directamente a los ojos, y aunque lo haga, al despertar siento confusión porque he olvidado como lucen. Su voz es un eco glorioso, tenue y ronca que me cuenta sus penas y con ello me arranca el corazón; aunque pocas veces suelo recordar cuales son estas. Su toque, ese puedo sentirlo perfectamente si cierro los ojos; sus dedos delgados rozan mi rostro y sus uñas de vez en cuando me dejan una marca; se siente como una quemadura, pero no de esas que te haces por tocar algo caliente, sino de aquellas que se crean del contacto con el hielo. Su llanto es lo que más fascinado me tiene, porque nunca pensé que alguien pudiese llorar tan elegantemente; no baja la cabeza y puedo ver claramente las gotas que caen por su rostro, su respiración se agita levemente y aprieta sus labios queriendo contener todo con esa acción.
No sé quien es y acepto que no lo sabré, pero su compañía es algo que me envuelve en ella, le pertenezco completamente hasta que debo despertar.
Comentarios
Publicar un comentario